En este segundo trimestre nos toca trabajar y recordar unos
tiempos litúrgicos muy importantes para el cristianismo, como son la Cuaresma y
el Triduo Pascual en Semana Santa.
La Cuaresma es un tiempo de preparación para la Pascua, la
fiesta cristiana que celebra la resurrección de Jesucristo. Muchos cristianos
católicos piensan en los 40 días de Cuaresma como una oportunidad para cambiar
sus vidas diarias y acercarse a Dios. Comienza el Miércoles de Ceniza y desde
ahí, descontando los días Domingos, serían 40 días hasta el Sábado Santo.
El día 17 de febrero de 2021 es el Miércoles de Ceniza y la Iglesia
recomienda a los fieles siempre mantener las medidas sanitarias para
resguardar la salud o participar virtualmente de la Santa Eucaristía a través
de los medios de comunicación o redes sociales. Este nuevo procedimiento se
utilizará por la pandemia del coronavirus.
Lo común es que la imposición de ceniza se hacía en las
iglesias luego de varias oraciones y los feligreses hacían fila para recibir la
señal de la cruz en la frente mientras decía “Convertíos y creed en el Evangelio”,
o bien: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”., con lo cual
finalizaba el rito. Pero para prevenir contagios de covid-19, este 2021 el rito
será diferente. Ahora en vez de hacer la señal de la cruz en la frente con la
ceniza, esta se esparcirá sobre la cabeza de las personas.
La conversión en
palabras simples es recuperar nuestra amistad con Dios, alejándonos del mal. Y
en la práctica significa, cambiar nuestras acciones hacia aquellas en las que
Jesús, nuestro amigo, se sienta feliz: Obedecer a los papás, cumplir sus
normas, aunque no nos gusten, hacer nuestras obligaciones y tareas con gusto,
ayudar a nuestros hermanos y todo aquellos que nos haga ser mejores hijos y
agradar a nuestros padres. Pero también debemos mirar a nuestro prójimo; aquel
niño o niña que no tiene familia, al más necesitado en bienes materiales, a
aquellos abuelitos que no tienen compañía o los hogares de acogida. Significa
también, vivir nuestra vida como Cristo la vivió, ocupado en las personas que
lo necesitaban, los pobres, los enfermos, los desamparados.
Por tanto, debemos ser más bondadosos, rezar un poquito más
de lo que usualmente lo hacemos, asistir a misa los Domingos y en lo posible participar de las actividades
parroquiales, por cierto muy hermosas en este período.
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